¿Qué hacer cuando, algunas veces, te fallan los nervios, y no tocas según tu potencial? En una prueba, ello puede decidir si te dan la plaza o no te la dan.
Mi colega Cecilia, profesora de flauta, me contactó para que yo trabajara con su alumna Anne, que se iba a presentar a pruebas de acceso a Grado Superior en varios conservatorios seleccionados.
Anne era una de sus alumnas más avanzadas. Sin embargo, a la hora de tocar delante de público, en ocasiones, los nervios le fallaban, y cuando los nervios le fallaban no era capaz de tocar según su potencial. Así, me contactaron para que Anne pudiera superar con éxito las pruebas del Grado Superior.
Nuestro proceso de trabajo
Nos encontramos por primera vez el otoño anterior a las pruebas de Superior para ver qué soluciones podíamos encontrar y trabajar con Anne.
En ese primer encuentro, observé en Anne una gran musicalidad y a la vez, que la zona del bajo cuerpo no estaba totalmente liberada. Ello conllevaba que tocaba bastante tensa en la zona de hombros. Aunque ella intentaba ser consciente de sus movimientos, se concentraba mucho en sí misma, y en controlar cada movimiento. Por consecuencia, se cansaba bastante al intentar mantener la concentración.
Durante varias sesiones, trabajé con Anne en los siguientes temas:
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conseguir un apoyo desde la parte inferior del cuerpo, aprovechando el suelo como soporte
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y por consecuencia, liberar los movimientos de la parte superior y observar cómo reacciona el sonido
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abrir la percepción periférica, de forma que no se concentrara más, sino percibir "borrosamente"
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tener una actitud de aceptación hacia el sonido que está sonando y no imaginar el sonido ideal mientras tocaba
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utilizar los parámetros musicales (por ejemplo, intervalos) para entender la expresividad propia de la pieza musical, y conectarla con la propia expresividad en el momento de la interpretación
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ejercicios para aumentar la elasticidad corporal
De otoño hasta febrero, Cecilia, Anne y yo nos vimos varias veces en mi sala de estudio, trabajando juntas en diferentes temas y repertorio. Desde el primer encuentro hasta el último hubo una progresión en la joven flautista.
Su profesora Cecilia me describió el proceso que observó:
Las mejoras en Anne durante las sesiones con ayuda e inspiración del Método Resonancia contigo fueron especialmente: más flexibilidad en el sonido y fraseo musical, y una sonoridad más interesante, rica en armónicos y colores… y expresiva.
Desde fuera sentía que Anne interpretaba la música de una manera más fácil, natural, sin esfuerzos innecesarios y ni cargados de tensión molesta. Era muy placentero escucharla así, como si no hubieran miles de horas de repeticiones detrás de la pieza; era como verla nacer y sabiendo tocar la flauta, me encantaba esa naturalidad, para mí es muy bello ver y escuchar a un músico que se convierte en música al 100%, y Anne tuvo momentos de estos.
Pero para mí lo que querría destacar es que Anne empezó a darse cuenta (por flashes) de cómo ella podía hacer música: expandió también sus límites mentales, de autoconcepto... con ayuda de los ejercicios corporales de Resonancia. Esto le ha dado más ilusión y motivación y energia... para prepararse, estudiar y continuar el trabajo como flautista.
Al salir el sábado del taller me dijo: "Hace unos dias me sentía con tanta necesidad de descanso (por tanta clase, ensayo...concierto orquesta, recital….) que sólo queria un dia off para levantarme a las tantas de la mañana y no hacer nada, descansar. Pero ahora, después de hacer los ejercicios de Resonancia, ¡estoy deseando que llegue esta tarde y ponerme de nuevo con el estudio y la práctica!"
El proceso que llevamos juntas culminó en un taller de ejercicios corporales del Método en Febrero pasado, al que asistieron ambas, y en el que hicimos hincapié en la iniciativa propia de Anne para realizar cambios mientras toca y en la preparación física para conseguir una mayor elasticidad en el tono muscular.
Al final del taller, Anne tocó el comienzo de una pieza para notar el resultado del trabajo corporal en la música y fue muy notable para mí el momento donde ella era consciente de qué cambios favorecían el sonido, y cuáles no.
Lo que Anne pudo cambiar gracias a nuestro trabajo juntas.
Fue un placer para mí trabajar con estas dos músicos tan motivadas y con tanta ilusión y confianza en las posibilidades de este trabajo. Anne me escribió estas líneas, un par de semanas después de finalizar el trabajo juntas, donde decía:
He notado cómo los ejercicios que me enseñaste funcionan y cambian realmente mi forma de tocar. Desde el taller intensivo, mi consciencia corporal ha aumentado y he empezado a notar más los cambios de los que hablamos.
Una cosa que aprendí en el taller es la diferencia entre los movimientos que creo desde mi cabeza y los que realmente siento desde el cuerpo e inicio desde las ondas del movimiento de las que hablamos. ¡Este cambio lo noté muchísimo!
Estos ejercicios me hacen sentir más hábil y tranquila con mi cuerpo, y ahora estoy más motivada al estudiar. Soy mucho más capaz de introducir los cambios necesarios para tener mejores sensaciones al tocar. Trabajando contigo he entendido lo que significa interiorizar una pieza y sentir bien los intervalos.
Desde la última vez que nos vimos, los ejercicios y los pequeños momentos de meditación durante el día me han ayudado muchísimo para acabar de hacer clic en mi cabeza y creer en lo que estoy haciendo.
He visto y notado que mis sensaciones delante del público y en mí misma eran mucho mejores. Soy mucho más capaz de sentir cómo estoy y qué necesito hacer para estar mejor y conservar las buenas sensaciones. ¡Gracias, Maria!
Anne hizo las pruebas y consiguió una plaza para estudiar Grado Superior de Flauta en el conservatorio que seleccionó, ¡me alegra muchísimo!